miércoles, 9 de noviembre de 2016

Ricardo Alonso



Los cuatro grandes sabios y padres fundadores de la química argentina, doctores Miguel Puiggari, Max Siewert, Juan Kyle y Pedro Arata, estuvieron relacionados con los primeros análisis de petróleo realizados en el siglo XIX, sobre muestras procedentes del norte argentino.




Miguel Puiggari (1827-1899) fue un doctor en química español, que nació y estudió en Barcelona. Este científico catalán alcanzaría un gran renombre en nuestro país donde llegaría en 1851. Si bien comenzó como farmacéutico, su interés estaba centrado en la aplicación comercial e industrial de la
química. Su nombre se hizo conocido en una polémica periodística en 1854, que mantuvo con Alfredo Fougen en el diario de Buenos Aires, sobre cuestiones industriales del país. Cuando el rector José María Gutiérrez llamó a concurso para proveer el cargo de profesor de química, Puiggari se presentó y lo ganó. A partir de allí ocuparía distintos cargos en la enseñanza y en el Estado, ocupándose de cuestiones relativas a los saladeros, las curtiembres, la conservación de la carne, el aprovechamiento de las materias grasas, análisis de aguas, entre otros asuntos. Fue decano de la Facultad de Ciencias Físico Naturales y miembro de la Academia Nacional de Medicina. Su retrato preside actualmente el gabinete de química de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. 
En 1865, Leonardo Villa realizó una petición al Gobierno de Jujuy para explotar el petróleo de Laguna de la Brea. Las actuaciones fueron giradas al Gobierno nacional, junto a una muestra de petróleo, que se entregó para su análisis al Dr. Puiggari. El resultado del análisis fue muy prometedor ya que de 100 gramos de muestra se obtuvieron 9,4 gramos de un primer producto claro conteniendo gran cantidad de bencina; 44,7 gramos de un segundo producto coloreado, que contenía naftas, petróleos o kerosene; 4, 6 gramos de un producto muy viscoso, negro, breas; 37,3 gramos de coque y un 4% de pérdida. La conclusión del químico fue que consideraba muy halageño el resultado para la explotación del mineral, "puesto que todos sus productos son utilizables". Se había llevado a cabo así el primer análisis químico científico del petróleo argentino.
Max Hermann Siewert (1843-1890) fue el primer científico contratado por Sarmiento para la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba. Era un doctor en química alemán que había estudiado en Halle y llegó al país en 1870. Montó un laboratorio de química analítica, orgánica e inorgánica, para analizar las más diversas materias minerales, vegetales y animales que le traían los otros académicos en sus recorridos por el interior del país. Estuvo cuatro años en Córdoba y fue dejado cesante por desavenencias con Burmeister. Sarmiento lo rescató para enviarlo a Salta, donde montó un laboratorio en la Quinta Agronómica y siguió analizando aguas y minerales. Mientras tanto, publicaba frenéticamente en revistas europeas o en el diario alemán que dirigía Ricardo Napp en Buenos Aires (La Plata Monatschrift). En Salta enfermó de paludismo y en 1876 regresó a Alemania. Entre sus estudios se cuentan los que realizó sobre muestras de petróleo procedentes de Jujuy y Salta. Las de Jujuy fueron enviadas por la comisión provincial y provenían de Laguna de la Brea, en campos de don Salvador Villar. Las de Salta, habían sido enviadas a la Exposición Nacional de Córdoba de 1871 por el Colegio Nacional y fueron recolectadas por Francisco Host y Federico Stuart, ingenieros alemanes residentes en Salta, quienes las mencionan en sus respectivas memorias. Los resultados publicados por Siewert en 1872 en Alemania, a pesar de su valor, pasaron casi desapercibidos en nuestro país.
Juan José Jolly Kyle (1838-1922) fue un químico escocés que estudio en Edimburgo. Antes de viajar a América del Sur, primero a Uruguay y luego a Argentina, fue jefe del laboratorio químico de la Universidad de Glasgow. Llegó a Buenos Aires en 1862.
En 1865 se alistó como soldado farmacéutico en la guerra con Paraguay. Estuvo en varias batallas. En 1866, bajó a Buenos Aires en el vapor Pavón acompañando heridos e inválidos de Tuyutí, Boquerón y Curupaytí. Completó sus estudios de farmacia y obtuvo su licenciatura en la Facultad de Medicina. Se naturalizó argentino. Fue profesor del Colegio Nacional donde instaló un laboratorio de enseñanza y análisis. Al igual que Siewert en Córdoba, se dedicó a la química orgánica e inorgánica. Hizo análisis de minerales, aguas y plantas medicinales y publicó numerosos artículos. En reconocimiento a su encomiable labor fue distinguido como doctor honoris causa. Kyle conoció al salteño Teodosio López, uno de los pioneros argentinos del petróleo. López le llevó muestras para análisis y le explicó la yacencia del betún en laguna de la Brea. Con estos elementos, Kyle publicó en 1879 un interesante trabajo en los Anales de la Sociedad Científica Argentina (T. VII, págs., 241-252). Su análisis le dio 6% de nafta, 29% de kerosene, 53% de aceites densos y 10% de coque. Lo comparó también con otros petróleos mundiales según la bibliografía.
Pedro Narciso Arata (1849-1922) fue un renombrado químico y médico argentino. Hijo de padre italiano y madre argentina, se fue a estudiar a Italia adonde realizó estudios primarios y secundarios y se le despertó su amor por la química. Completó sus estudios en Buenos Aires donde se doctoró primero en química y luego en medicina.
Fue profesor y académico, publicó numerosos trabajos científicos en revistas internacionales y también varios libros útiles sobre Química. Ocupó altos cargos, entre ellos director nacional de Agricultura en el gobierno de Julio A. Roca y presidente del Consejo Nacional de Educación en el de Victorino de la Plaza.
Fue un bibliófilo consumado en todos los campos del saber. Una faceta interesante era su enciclopedismo y la biblioteca personal que llegaba a 60.000 volúmenes, la que fuera donada a su muerte a la Facultad de Agronomía y Veterinaria; lugar donde hoy se emplaza un busto a su memoria. Una calle de Buenos Aires lleva su nombre. Junto a J.J. Jolly Kyle fue uno de los fundadores de la Sociedad Científica Argentina.
Precisamente en los anales de esta sociedad publicó en 1877 (Tomo III, p. 40), un estudio sobre un esquisto bituminoso de la provincia de Salta. La muestra fue enviada para su análisis por el administrador de Correos de Salta, con el solo dato de que se encontraba a unas 20 leguas de la ciudad. Algunos autores han creído que esta muestra provenía de la región de Tartagal. Sin embargo por la distancia señalada ello no sería así. En cambio está más acorde con un dato que brinda Manuel Solá en su Memoria Descriptiva de la Provincia de Salta (1889), cuando señala que: "En el departamento de Guachipas hay varias aguadas mortíferas para el ganado, que no son otra cosa que manantiales más o menos abundantes de kerosene". Luego explica que los esquistos bituminosos del departamento de Guachipas tienen la misma característica que los del río De las Piedras y "no es más que un esquisto arcilloso, más o menos bituminoso, y que no se diferencia de lo que en mineralogía se llama nafto esquisto. Entre ellos cabría agregar al polaco Rodolfo Zuber quien también realizó y publicó un análisis del petróleo de Laguna de la Brea en 1887. Estos y otros temas serán parte de un libro del suscripto, en prensa, sobre la rica historia del petróleo en el norte argentino. Parafraseando a Armando Novelli, honrar a los precursores es no solamente manifestación obligada de reconocimiento, sino compromiso de superación.


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