viernes, 2 de noviembre de 2012

El potencial foresto industrial del NOA impulsado por un Cluster

Lic. Félix González Bonorino, 2/nov/2012 para El Cronista de Salta


En 1990 Michael E. Porter publica un libro fundacional para el mundo de las empresas, pero cuyas reflexiones exceden la problemática de los negocios y ayuda a definir políticas nacionales: “La ventaja competitiva de las naciones” (The Free Press). En ese libro MP expresa un concepto trascendente para nuestra época, “ En un mundo en que la competencia es cada vez mas internacional, las naciones resultan más importantes y no menos” y continúa, “Como la base de la competencia se ha desplazado cada vez más hacia la creación y asimilación de conocimientos, ha aumentado la importancia del papel de la nación. La ventaja competitiva se crea y mantiene a través de un proceso muy localizado. Las diferencias de una nación en valores, culturas, estructuras económicas, instituciones e historia contribuyen todas ellas al éxito competitivo.” Que desde el centro mismo de la Macdonalización salga uno de sus popes a decirnos: conservemos nuestras características, porque estas son importantes para crecer, fue todo un mensaje.

Esta constatación de Porter, que le llevó años de investigación comparando las razones por las que una nación se destacaba en un sector económico determinado derivó en la idea de Cluster.

Cluster es una palabra inglesa que define un conjunto heterogéneo de elementos que se encuentran reunidos por algún factor común. En castellano la palabra más parecida es aglomerado o conglomerado.

MP analizó diferentes clusters y constató que estos eran más competitivos en la medida en que sus partes estaban mejor integradas verticalmente y contenían un conjunto de empresas de servicios que no siendo específicas del sector ayudaban a un mejor desempeño del conjunto. Integración vertical quiere decir que el aglomerado productivo inicia su actividad en la obtención de materia prima (o lo más cercano a su origen) y la va procesando hasta obtener un producto terminado, apto para el consumo final. También se la llama “cadena de valor”. Y servicios no específicos podemos hablar de seguros, fletes, sistema bancario, etc.

El Cluster o Aglomerado Productivo es entonces un sistema de empresas productoras de bienes y servicios dentro de un sector económico y asociadas a un espacio geográfico.

Este modelo caló hondo en los planificadores de los países desarrollados, al punto que constituyen el punto de apoyo para compensar desequilibrios entre regiones, por ejemplo en Francia, donde el sistema de planificación definió cerca de 80 clusters, algunos existentes, pero otros a ser creados, para ayudar a crecer a regiones deprimidas.

Argentina también ingresó en esta moda y desde hace varios años se trabaja en el desarrollo de aglomerados productivos. Por supuesto que no tenemos la misma consistencia que los franceses, tan habituados a su sistema unitario de gestión, pero el modelo avanza. Uno de los programas que promueve estas organizaciones es el Programa de Competitividad Norte Grande, del Ministerio de Economía de la Nación.

Recientemente se ha logrado presentar una propuesta de desarrollar un Aglomerado Foresto-Industrial en las Provincias de Salta y Jujuy. Se trata de un desafío tremendo por el que se viene trabajando desde hace muchos años desde organizaciones sin fines de lucro y que hoy es conducido desde ambos gobiernos provinciales.

El sector forestal, en general, está constituido por un enorme número de pequeños y medianos empresarios, algunos de los cuales se encuentran en la informalidad más absoluta, que tienen necesidades comunes, muy mal articuladas con el sector público.

El desarrollo de este sector requiere de estrategias consensuadas en un programa de inversiones claro y directo, que nos permita dar el salto cualitativo en productividad que la foresto industria requiere para sostenerse en el tiempo y recuperar y ganar mercados.

Estamos hablando hoy, cuando el Sector se encuentra fuertemente deprimido, en un total cercano a las 15.000 familias, entre operarios a campo, en aserraderos, carpinterías, transportistas, etc.

Uno de los aspectos más relevantes de este tipo de organizaciones es la vinculación territorial. Fortalecer la foresto industria implica retener a la población en su territorio, sin forzarlo a emigrar a ciudades distantes por razones económicas. La cadena de valor es también un ascensor social, en el que el operario de aserraderos puede imaginar a su hijo trabajando en el sector en mejores posiciones laborales gracias a la formación desde la escuela, las especializaciones, las tecnicaturas o las futuras ingenierías. Esto hoy no sucede.

El aglomerado forestal salteño/jujeño ya existe. Se apoya en ricos bosques nativos que deberán ser fortalecidos con buen manejo y amplias plantaciones. Ahora toca instrumentar acciones que fortalezcan la competitividad y la asociatividad, una palabra que es más difícil de realizar que pronunciar.  Ojalá seamos capaces.

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