viernes, 6 de marzo de 2020




Lic. Felipe Medina


El encuentro del presidente Alberto Fernández con el Papa Francisco marcó más aún la diferencia de Fernández con el expresidente Macri. El Papa estaba distendido, fue una visita protocolar, pero llena de gratos momentos para ambos. Se dice que el Santo Padre le dio permiso para tutearlo como lo hacía en Buenos Aires.

Dentro de ese cambio, el presidente, en la conferencia de prensa posterior al encuentro con el Pontífice, incorporó un concepto interesante: "prefiero no hablar de grietas, sino de "cincha" ese juego famoso de niños para ver qué grupo tiene más fuerza". Es alta la meta que anunciaba el presidente, es grande su pretensión, pero no imposible. Ni verdes ni celestes, sin grietas ni cinchas, pretende que los argentinos seamos capaces de reconstruir la sociedad, la familia, el vecindario, con objetivos comunes. Al menos, esa fue la clara consigna del Santo Padre para la Argentina, que Fernández intentó tomar como propia. Una suerte de íntimo deseo para nuestro país, hoy tan violento y tan sensible en lo cotidiano de su humor social.

Pero la cincha se tensó entre la Iglesia de Argentina y la gestión del Fernández por la reaparición del proyecto sobre el aborto. Los llamados celestes se confiaron en el inesperado giro antiaborto del candidato y expresidente Macri, el revés que tuvo el viejo proyecto en el Senado el año pasado y se durmieron en la inacción, mientras los verdes nunca dejaron de militar sistemáticamente en la sociedad transformando en la conciencia social masiva de que la despenalización del aborto sería un triunfo del sentir del pueblo y no de un sector ideológico; militancia que contó con el apoyo continuo de los medios de comunicación estatales y privados. Esta nueva epopeya recién comienza y nos llevará todo el año, en medio de una profunda crisis socioeconómica, que coopera con la idea de la despenalización. Lo cierto es que nada es gratuito ni seguro, mucho menos el aborto. Pero el debate abierto funcionará como anestésico para los problemas más graves que deberá afrontar el país.

La esencia del debate

Plantear el aborto como un problema estrictamente religioso es uno de los errores más graves de quienes están en contra, y una estrategia inteligente para los que están a favor, ya que refuerzan el concepto de que el tema es de salud pública. Un debate que profundiza la grieta y que hace un enorme contrapeso hacia las instituciones religiosas de cualquier credo, que hoy, unas más y otros menos, se encuentran cuestionadas por la sociedad y mantienen conflictos internos, con escaso diálogo o posibilidad de unirse y caminar tras un objetivo común.

Para la Conferencia Episcopal Argentina será un año desafiante. El proyecto de despenalización del aborto ya tiene una base sólida en el nuevo protocolo de aborto no punible, donde la ampliación de las condiciones para determinar la factibilidad ha sobrepasado cuestiones básicas del derecho y responsabilidad de los padres sobre la salud de sus hijas, dejando librado todo a la decisión del estado en materia de educación y salud.

Habrá que esperar que las instituciones religiosas, de modo especial, la Iglesia católica se reorganicen y comiencen a trabajar por sus convicciones con una estrategia lúcida, acorde a los tiempos que corren. Diálogo, unidad, acción, gestos concretos hacen falta de un sector que en materia de defensa de la vida, parece haber tirado la toalla antes de tiempo.

La vida es un valor universal que debe defenderse y vivirse con justicia e involucra a todos sus estados, el niño por nacer, el que nació y sufre pobreza y desnutrición, el que es sometido a diversos modos de esclavitud, desde trabajo infantil hasta la trata de personas. La vida de los jóvenes y los adultos que necesitan trabajar y estudiar, que se les debe pagar salarios dignos, en un sistema liberar o en un sistema popular. La vida de los ancianos que padecen soledad, sueldos magros y poca o nula seguridad social. Defender la vida exige a las instituciones religiosas y a la sociedad una gran responsabilidad, ser vigías del Estado que administra los recursos y ser la voz de los sin voz, por eso el silencio de sectores religiosos es su peor estrategia, ya que traiciona su misión de ser testigos y profetas, y los convierte en cómplices de cualquier agresión a la vida y la dignidad humana.

Proponer la despenalización del aborto, además de inoportuno, es una verdadera humareda en medio de una economía caótica tan cruel como el aborto para la vida humana.

El papa Francisco puede tener las mejores intenciones de mediar por nuestra Patria ante organismos internacionales, y el presidente Alberto Fernández ha manifestado también querer la superación del país, pues para eso lo eligieron, pero si la sociedad en general y sus instituciones permanecen en silencio, no participan con propuestas realizables y no se ponen la Patria al hombro, vanos serán los esfuerzos de unos pocos.

Esta crisis debe ser una oportunidad para la Patria. La mentira mata, el silencio mata, la violencia mata, la corrupción mata. No es sólo un genocidio aborigen, que produce pena y es un gran escándalo para todos y cada uno de los argentinos: hay un verdadero genocidio de argentinos a lo largo y a lo ancho de su territorio que no distingue etnia, nivel de cultura ni sector social. Desocupación, subocupación, hambre y miseria hacen un cóctel mortal junto a los invasores de la Patria, narcotraficantes, corruptos y violentos.

Debemos interesarnos por los pobres reales, o seguirán siendo funcionales al sistema, donde hay un negocio que unos pocos ganan y los pobres se aumentan, un negocio donde ellos participan pero no reciben nada. Un día, tras años de resentimiento y miseria, alguien dará un grito diferente de guerra. Defender la vida debe involucrar a todos los estados de la existencia humana. El que pueda hacer el bien, aunque poco, que lo haga, y el que no, al menos no se mantenga indiferente como quien mira una película. Somos todos responsables y todos podemos aportar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

En plena Pandemia, ¡A reformar la Constitución se ha dicho!

Lic. Félix González Bonorino Sociólogo Nos llega la noticia de que el Gobierno Provincial ha pesentado su propuesta de modificac...