Dr. Javier Cornejo
Referirme hoy a
la letra de los acuerdos que se firmaron con China, es abundar y repetir lo ya
expresado en numerosos artículos publicados en esta columna. Especialmente los del
año 2011. En ellos exponía la temática que ahora entró en la fase de acelerada
ejecución.
En este reciente
mes de febrero festejamos un nuevo cumpleaños de la Presidente. Casualmente
coincide con el inicio del nuevo año chino en su representación como serpiente.
De igual manera coincide con el 19 de febrero de 1972 en que el General Lanusse firmaba con Mao el re inicio de las relaciones diplomáticas, proceso que
culmina coincidiendo con la actual firma
de los Acuerdos con China y su
aprobación por los representantes del pueblo argentinos reunidos en nuestro Congreso Nacional.
“CAMBIAMOS DE COLLAR Y SEGUIMOS SIENDO PERROS”. (Jaureche)
Los “acuerdos” ya
están.
Se firmaron y
aprobaron.
Lamentarnos, ya
no tiene mucho sentido, es preciso prepararnos para el futuro, mirar nuestro
presente desde la perspectiva de lo venidero.
Para ello sí es
preciso reiterar: No se está produciendo ningún “cambio de amo”.
Tal como ayer lo
demostraba Raúl Scalabrini Ortiz y hoy el Dr. Julio González, quien decide en
forma absoluta en esta geografía fue y es el Imperio Británico, quien se nos
presenta con un cambio de piel, para esta ocasión “amarilla”, en un reflejo de su axioma: “ejercer el poder sin exhibirlo”.
Ayer, se firmaba
el “Pacto Roca-Ruciman” por el que destruíamos nuestra industria enviando a
Inglaterra nuestras carnes y recibiendo chafalonería. En las acaloradas
sesiones que protagonizara Lisandro de
la Torre se debió lamentar el intento de asesinato del senador que terminara
con la vida del santafesino, que al
advertir la maniobra, puso su cuerpo para proteger a Lisandro, el senador Enzo
Casiano Bordabehere. Poco tiempo después la angustia terminaba con la vida de
la Torre.
Hoy un fiscal de
la Nación muere en los avatares de “acuerdos” parecidos.
Son las mismas
recetas que al ser exitosas aplica el Imperio, sólo cambian los tiempos y
personas. Es paradójico que hasta se usen los mismos giros gramaticales para
evadir decir las cosas por su nombre: al verdadero “Tratado” Roca- Ruciman se
lo denominó “pacto”. A los Tratados de absoluta sumisión al Imperio que se
firmaron como consecuencia de la Guerra de Malvinas, también “casualmente” en febrero de 1990, se lo
denominó “Acuerdos de Madrid”. Hoy la entrega de nuestro cuerpo (geografía) y
alma (idiosincrasia, raíces) es regalado a la “aplanadora” asiática a través de “Acuerdos
con China”, son Tratados que tienen una jerarquía jurisdiccional superior a la
de nuestra Constitución Nacional designando a Londres como el “arbitro”
permanente de lo que nos pase.
La unión
Británica-China fue cimentada por la
British East India Company a partir de la guerra del opio (1839-1860).
Interrelación que hoy se encuentra totalmente vigente a través de las actuales
mixturas societaria de joint-venture, que luego del Tratado de Nankin tomaron firme relevancia (Cesión de Hong
Kong).
Hoy la política
Imperial decidió echar manos a sus reservas latinoamericanas con origen en el
continente Antártico siguiendo por la proyección continental de tierra y mar de
nuestra patria.
LA OTRA CARA
¿Qué más viene
con estos acuerdos?: junto al “combo” de swaps de monedas chinas, supermercados
chinos, inmigrantes chinos, mano de obra china, bases militares chinas,
armamento chino, aviones chinos, centro confucios chinos, y cuántas más cosas
chinas se nos ocurra imaginar, también vienen otros personajes siniestros y
macabros que se pueden englobar en lo denominado como las “tríadas” chinas, es
decir: las mafias chinas, instalando entre los argentinos una sofisticada
y milenaria crueldad, de las que seremos
sus indefensas víctimas por nuestro absoluto desconocimiento de sus reales
dimensiones.
Crueldad que
ponen en práctica en el país asiático a sus propios connacionales que se atreven
a disentir.
Me refiero al encarcelamiento y posterior
asesinato de, por ejemplo, a los practicantes de Falun Gong. Esta práctica
Falun Dafa es un sistema de ejercicios con un fuerte componente espiritual que
originariamente fuera apoyado por el partido comunista chino, pero luego, por
volverse muy popular pasó a ser severamente reprimido.
¿Cuál es el destino de los presos del Falun
Gong?: son la fuente de órganos para trasplantes del “sistema de donaciones”.
Sistema que se encuentra totalmente militarizado que actúa como un conglomerado
comercial siendo una de sus fuentes primarias de fondos la comercialización de
órganos humanos a nivel mundial.
Lo expuesto es
tratado, entre otras, en las obras:
“Nueve comentarios sobre el partido comunista chino” y “Cosecha Sangrienta” de
David Kilgour y David Matas.
Viene al tema las
expresiones que se vio obligado verter el Vice Ministro de Salud Chino, Huang Jiefu
en agosto de 2009 en el China Daily: “estoy confiado que en
poco tiempo los hospitales acreditados dejarán de usar órganos de los
prisioneros”.
Esta es una de
las “otras caras” de la China que no conocemos y que poco a poco se nos ira
develando por estos pagos.
Este es el tipo de régimen con el que la Sra.
Cristina establece acuerdos para que el futuro de nuestros hijos y nietos se
transforme en un inicial avasallamiento
y posterior reemplazo por una masa inmigrante de sujetos provenientes de una
población superior a los 1.500 millones de seres, (no olvidar que nosotros
somos apenas 40 millones de habitantes) de la china atea, comunista, marxista,
maoísta, con una dictadura que ni siquiera da acceso a internet a sus
ciudadanos, que utiliza la carne de sus propios connacionales como mercancía.
Quizá por algo se
está instalando el tema del “contrabando de órganos en la frontera salteña”,
circunstancia que debió salir a desmentir recientemente el Dr. Raul Ríos Director del CUCAI (Tribuno
22-2-15).
Si el río suena…..
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