Dr. Ricardo Alonso, 20/Ago/2012 para El Tribuno
El cañón rojo de la Quebrada de las Conchas, en el
camino a Cafayate, muestra uno de los escenarios geológicos más impactantes del
norte argentino. Se trata de un corte angosto y profundo, encajonado entre altas
sierras, que sirve de unión a los Valles Calchaquíes al oeste con el Valle de
Lerma al este. El río ha labrado su cauce en rocas de color rojo ladrillo a
rojo sangre que pertenecen al periodo Cretácico superior (Campaniano) de la era
mesozoica, cuando el mundo estaba habitado por dinosaurios que eran los reyes
de todos los ecosistemas terrestres. Esas rocas rojas pertenecen al subgrupo
Pirgua del Grupo Salta en la terminología estratigráfica del noroeste
argentino. Entrando en la quebrada a la altura de Alemanía y luego de recorrer
unos 20 km se alcanza el lugar conocido como “Puente Morales”. Allí, a orillas
de la ruta nacional N° 68, en medio de las clásicas rocas rojas con coladas
basálticas de la Formación Las Curtiembres, aparecen unas capas de color
amarillento y de aspecto hojaldrado que están dobladas en forma de una gran
“U”. Dicha dobladura tectónica se conoce como sinclinal y por haberse
encontrado allí esqueletos fosilizados de ranas, recibió el nombre del “Sinclinal
de las Ranas”. El hallazgo casual de las ranas fósiles se dio en 1959 cuando
geólogos de la Comisión Nacional de Energía Atómica prospectaban uranio en la
región. Al romper las lajas radiactivas encontraron esqueletos carbonizados
completos de anuros que fueron estudiados por distintos científicos y
recibieron diferentes nombres habiendo primado el de Saltenia ibañezi (por la
provincia de Salta y por uno de sus descubridores el geólogo Miguel A. Ibáñez).
La Dra. Ana María Baez de la Universidad de Buenos Aires realizó un estudio
moderno sobre la base de 300 ejemplares colectados en distintos estadios de
crecimiento y concluyó que se trataba de anuros pípidos, los cuales todavía tienen
representantes en las regiones
tropicales. Las ranitas fósiles salteñas se encuentran entre las más
antiguas del mundo, superadas únicamente
por hallazgos en Israel en la década de 1970. Las ranas fueron acuáticas
y carnívoras, alimentándose probablemente de pequeños insectos cuyos restos
también se han encontrado en los mismos estratos. Al igual que abundantes
restos de plantas fósiles de ambiente lacustre y palustre. Lo que hoy se sabe, es que hace unos 78
millones de años atrás, esa región del
camino a Cafayate tenía un paisaje de volcanes, ríos y lagos semejante al que
se ve hoy en el rift del este de África. Al parecer, en repetidas oportunidades
los volcanes calentaron o bien
envenenaron las aguas de los lagos en que vivían las ranas, produciendo una mortandad masiva. Las ranas
muertas cayeron al fondo, donde fueron
tapadas por limos y arcillas, y luego sus esqueletos se mantuvieron completos
por la ausencia de carroñeros, se fosilizaron y fueron reemplazados por el fosfato
colofana. Las fuerzas tectónicas que levantaron los Andes y la acción erosiva
de los ríos modernos dejaron a la vista
las capas del antiguo lago de agua dulce que hoy pueden prospectarse en busca
de restos fósiles con fines científicos. Es lo que hizo una misión del Museo
Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” que visitó la comarca en
el 2007 al mando del famoso paleontólogo argentino de dinosaurios Dr. Fernando
Novas y recolectó abundante material fósil. Los estudios realizados le permitieron
ampliar sustancialmente la lista de fauna presente en esas capas. Además de las
clásicas ranitas e inclusive renacuajos, descubrieron restos de peces,
cocodrilos, tortugas, dinosaurios y lo más sorprendente la pata de una rara ave
que vivió y se extinguió junto con los dinosaurios. El equipo de paleontólogos
publicó dos trabajos dando a conocer esta información. Uno de los artículos,
firmado por Fernando Novas, Federico Agnolín y Carlos Scanferlaa, fue publicado
en 2010 en la revista Comptes Rendus Palevol de la Academia de Ciencias de Francia
bajo el título “Una nueva ave enantiornithina del Cretácico tardío del Noroeste
de Argentina” (en inglés). El otro trabajo fue publicado en 2011 por Fernando
Novas y numerosos coautores en la revista del Museo Argentino de Ciencias
Naturales. La descripción detallada del material indica que los peces
corresponden a teleósteos pequeños del tamaño de mojarritas. Las tortugas
también son de pequeño tamaño y pertenecen al grupo de las pleurodiras de las
cuales se encontraron los caparazones y algunos huesos craneanos. Los restos de
cocodrilos fueron identificados como pertenecientes a mesoeucrocodrílidos.
También se encontró una vértebra de la cola de un dinosaurio terópodo que
probablemente pertenezca al grupo de los coelurosaurios. Pero lo que realmente
sorprendió por lo imprevisto del hallazgo fue una pata completa de un ave del
grupo de los saurios-aves o Avisauridae, más precisamente un representante de
los exóticos enantiornites. Téngase presente que estas aves, que ya cuentan con
registros en muchas partes del planeta, fueron descubiertas para la ciencia
mundial en Salta, más precisamente en El Brete, departamento de la Candelaria,
y descriptas en 1985 por el científico inglés C. Walker. Por el tamaño de la pata
se deduce que el ave debió tener el tamaño de un loro con lo cual es por ahora
el ave enantiornite más pequeña de América del Sur. Por la forma de los dedos
se estima que podía agarrarse de ramas de árboles cercanos al lago. Los
paleontólogos mencionados dieron el nombre de Intiornis inexpectatus al ave
fósil lo que hace referencia a “Ave del sol” en quechua y al hallazgo casual e
inesperado de esa pata suelta. Las capas del lago fósil pueden deparar aún otras
sorpresas dentro de la cadena trófica o de alimentación en que se encuentran
las ranas, donde estas comían y a su vez eran comidas por reptiles y aves cuyos
restos pueden estar aún escondidos esperando ser descubiertos por los
paleontólogos. Las ranas de Puente Morales y los demás materiales fósiles de
peces, plantas, insectos, dinosaurios, tortugas, cocodrilos y aves que se
encontraron asociados, son un tesoro de la naturaleza y uno de los atractivos
científicos valiosos de la provincia de Salta.
El “Sinclinal de las Ranas” forma parte del área de reserva de la
Quebrada de Cafayate, con valor de patrimonio natural.
Pensando el futuro regional desde el disenso. Las ideas expresadas son exclusiva responsabilidad de los autores. De ninguna manera reflejan una opinión grupal, colectiva ni tampoco del administrador del Grupo.
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